VENCIENDO LA TENTACIÓN


TENTACIÓN ¿ES MALA?

El diccionario define la tentación como instigación o provocación que induce a una cosa mala, en lenguaje cristiano es la incitación que conduce a pecar. Caer en la tentación sería dejarse vencer por ella, decidirse a poner por obra una cosa en que se teme algún mal, solamente por el gusto de lograrlo (por curiosidad)

La tentación en sí misma no es mala, más bien es atractiva, apetecible, deseable. Caer en la tentación sí lo es. La tentación se convierte en pecado cuando cedes ante ella.

¿Es un pecado ser tentado? No te confundas, hasta el mismo Jesús fue tentado (Mateo 4), sin embargo, nunca pecó (Hebreos 4:15b). La tentación sólo se convierte en pecado cuando cedes ante ella. No debes sentirte avergonzado por el hecho de sentirte tentado. En un sentido puedes considerar la tentación como un cumplido. Satanás no tiene que tentar a los que están haciendo su mala voluntad; ya son de él. La tentación es una señal de que satanás te odia, no una señal de tu debilidad o mundanalidad. También es una parte normal del ser humano y del hecho de vivir en un mundo caído. No te sorprendas ni te asustes o descorazones por ser tentado.

El reformador Martín Lutero dijo: No puedes impedir que los pájaros vuelen encima de tu cabeza, pero puedes impedir que hagan nido en tu pelo”. No puedes impedir que el diablo te sugiera determinados pensamientos, pero si puedes decidir no darles cabida o actuar con base en ellos.

La tentación en manos de satanás es una piedra de tropiezo; es su arma principal para destruirte. Sin embargo, Dios usa la tentación de satanás como un escalón más para nuestro desarrollo espiritual.

La tentación solamente proporciona una elección.

Realmente cuanto más te acercas a Dios, tanto más satanás tratará de tentarte. En cuanto llegaste a ser hijo de Dios, Satanás, como un mafioso que contrata asesinos a sueldo “puso precio a tu cabeza”. Eres su enemigo, y él está tramando tu caída. Dice 1ª de Pedro 5:8 “Sed sobrios y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”

La tentación intentará desviarnos de nuestras metas espirituales, de nuestros más profundos y sinceros propósitos cristianos, de nuestras aspiraciones. Sin embargo Dios las usará para hacernos madurar en el carácter de Cristo.

Ser como Jesús debe ser una de nuestras metas más prioritarias.

¿Cuáles son las cualidades del carácter de Jesús?

Una de las descripciones más conocidas de su carácter es el fruto del Espíritu “Cuando el Espíritu Santo controla nuestras vidas, él producirá este tipo de furto en nosotros: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza” Gálatas 5:22-23 Estas nueve cualidades describen un hermoso retrato de Jesucristo. Él es perfecto amor, gozo, paciencia, paz, y todos los otros frutos incorporados en una sola persona.

Tener el fruto del Espíritu es ser como Cristo

¿Cómo, entonces, produce el espíritu Santo estos nueve frutos en tu vida? ¿Los crea al instante? ¿Te despertarás un día y te llenarás de repente de estas circunstancias totalmente desarrolladas? NO. La fruta siempre madura y llega a su punto lentamente.

La siguiente frase es una de las verdades espirituales más importantes que podrás llegar a aprender alguna vez:

¿Dios desarrolla el fruto del Espíritu en tu vida, permitiéndote experimentar circunstancias en las que seas tentado para producir exactamente la cualidad contraria!

El desarrollo del carácter siempre involucra una elección y la tentación proporciona esa oportunidad. Cada tentación es una oportunidad para hacer el bien. Cada vez que escoges hacer lo bueno en lugar de pecar, estás madurando en el carácter de Cristo:
• Dios nos enseña a amar poniéndonos personas desagradables a nuestro alrededor. No requieres fuerza de voluntad para amar a loas personas que son encantadoras y amorosas contigo.
• Dios nos enseña el verdadero gozo en medio de la tristeza, cuando nos volvemos a Él. La felicidad depende de las circunstancias externas pero el gozo está basado en tu relación con Dios.
• Dios desarrolla la paz verdadera dentro de nosotros, no haciendo que las cosas vayan de la manera en que lo habíamos planeado, sino permitiendo tiempos de caos y confusión. Cualquiera puede tener paz observando un hermoso ocaso o descansando cuando está de vacaciones. Pero aprendemos la paz verdadera cuando escogemos confiar en Dios a pesar de las circunstancias cuando estamos tentados a preocuparnos o a tener miedo.
• De igual modo, la paciencia se desarrolla en las circunstancias en las que nos vemos obligados a esperar, cuando estamos tentados a enfadarnos o a punto de explotar.

Dios utiliza la situación opuesta de cada fruto para que tengamos la posibilidad de elegir. Como todas nuestras elecciones tienen consecuencias eternas, elige con sabiduría. ¡Cada vez que derrotamos una tentación, nos parecemos más a Jesús.

COMO OPERA LA TENTACIÓN

Nos ayuda a saber que satanás es completamente predecible. Él ha usado la misma estrategia y las viejas artimañas desde la creación. De la Biblia aprendemos que la tentación sigue un proceso de cuatro pasas. Los mismos que satanás tanto con Adán y Eva como con Jesús:

1. Identifica un deseo dentro de ti. “Te lo mereces…debes tenerlo ahora…será emocionante…reconfortante…te hará sentir mejor”
Pensamos que la tentación está alrededor de nosotros, pero Dios dice que empieza dentro de nosotros. Si no tuviéramos ningún deseo interno, no podría atraerte. La tentación siempre empieza en nuestra mente, no en nuestras circunstancias (Marcos 7:21-23) Santiago nos dice que hay “un ejército de malos deseos dentro de nosotros”

2. Siembra la duda. Satanás intenta que dudes de los que Dios ha dicho sobre el pecado: ¿Es realmente malo? ¿Es verdad que Dios dijo que no lo hagas? ¿No será que Dios dio esta prohibición para otra persona o para otra época? ¿Acaso Dios no quiere que sea feliz? La Biblia advierte en Hebreos 3:12

3. El tercer paso es el engaño. Satanás es incapaz de decir la verdad; la Biblia lo llama “el Padre de mentiras” en Juan 8:44. Cualquier cosa que te diga será falsa o simplemente una verdad a medias. Satanás ofrece su mentira para reemplazar lo que Dios ya ha dicho en su Palabra. Satanás dice: “No morirás. Serás tan sabio como Dios. Puedes salirte con la tuya. Nadie lo sabrá Resolverás tus problemas. Además todos lo hacen. Sólo es un pecado pequeño” . Pero un pecado pequeño es como estar “un poco embarazada”, finalmente quedará en evidencia.

4. El cuarto paso es la desobediencia. Al final te comportarás de acuerdo con lo que estuviste maquinando en tu mente. Lo que comenzó con una idea al fin sale a la luz en la conducta. Cedes ante lo que capte tu atención. Crees las mentiras de satanás y caes en la trampa de la que nos advierte Santiago 1:14-16

CÓMO VENCER LA TENTACIÓN

Entender cómo opera la tentación ya es en sí mismo útil, pero hay pasos específicos que necesitas dar para vencerla.

1. Reconoce lo que te tienta y prepárate. Satanás nos conoce; sabe cuáles son nuestras debilidades y conoce qué circunstancias particulares nos harán tropezar casi de inmediato. El trabaja constantemente para ponerte en esas circunstancias. Debemos identificar nuestro modelo particular de tentación y luego prepararnos para evitar esas situaciones tanto como nos sea posible.
Pregúntate a ti mismo: ¿Cuándo me siento tentado? ¿Qué día de la semana? ¿A qué hora del día? ¿Dónde me siento más tentado? ¿En el trabajo? ¿En casa? ¿En casa de un amigo? ¿Quién está conmigo cuando soy más tentado? ¿Mis amigos? ¿Mi pareja? ¿Cuándo estoy solo? ¿Cómo me encuentro cuando soy tentado? ¿Solo, cansado, triste, deprimido, aburrido, bajo estrés, lastimado, enfadado, angustiado, después de un gran éxito?
La Biblia nos dice repetidamente que nos anticipemos y estemos listos para enfrentar la tentación. Mateo 26:41. Pablo dijo en Efesios 4:27 2no deis lugar al diablo” no le deis ninguna oportunidad.
Sigue el consejo de Proverbios 4:26-27 “Examina la senda de tus pies y todos tus caminos sean rectos. No te desvíes a la derecha, ni a la izquierda; aparta tu pie del mal.

2. Vuelve a concentrar tu atención en algo diferente. Dado que la tentación siempre empieza con un pensamiento, la manera más rápida para neutralizar su fascinación es concentrarte en otra cosa. Consejos:
a. Hacer caso omiso de una tentación es más eficaz que luchar contra ella. Hay ocasiones en que lo correcto es huir; a veces esto significa dejar físicamente una situación tentadora: Levantarse y apagar la T.V. Alejarse de un grupo que está contando chistes o contando chismes. Abandonar el cine en medio de la película, etc.
b. La batalla contra el pecado se gana o se pierde en la mente.
c. Cualquier cosa que atrape tu atención te atrapará a ti.
d. Para reducir la tentación mantén tu mente ocupada con la Palabra de Dios y otros pensamientos buenos. Filipenses 4:8
e. Con la ayuda del Espíritu Santo podemos reprogramar nuestra manera de pensar.

3. Pídele ayuda a Dios. El cielo tiene una línea abierta para las emergencias las 24 horas del día. En el Salmo 50:15 leemos “Invócame en el día de la angustia; te libraré y tú me honrarás” La Biblia garantiza que nuestro clamor por ayuda será oído porque Jesús se solidariza con nuestras luchas. Jesús enfrentó las mismas tentaciones que nosotros, sólo que Él no pecó, como se nos dice en Hebreos 4:15.
Dios nunca se irrita, no se aburre ni se impacienta cuando recurrimos a Él (Hebreos 4:16)
El amor de Dios es eterno y su paciencia es para siempre. Acércate a Él con confianza.

4. Revela tu lucha a un amigo o hermano consagrado. No tienes que hacer pública tu tentación al mundo entero, pero necesitas contar con al menos una persona a quién expresarle con sinceridad tus luchas. (Eclesiastés 4:9-10)
Algunas tentaciones sólo se superan con la ayuda de un compañero íntegro que ora por ti, te anima y te ayuda a asumir tu responsabilidad.
Santiago 5:16. La comunión auténtica y sincera es el antídoto en la lucha solitaria contra los pecados difíciles de abandonar.
Se necesita humildad para reconocer nuestras debilidades ante otros, pero la misma falta de humildad (orgullo) es lo que nos impide mejorar.
Deja de disimular que eres perfecto, quítate la máscara y camina hacia tu liberación.

5. Resiste al diablo. Te sorprenderá saber que en ninguna parte de la Biblia se nos dice que debemos “resistir la tentación”. Se nos dice en Santiago 4:7 “resistid al diablo y huirá de vosotros” No renunciamos pasivamente a sus ataques. Debemos enfrentarlo y luchar.
¿Cómo podemos resistir al diablo? Pablo nos dice en Efesios 4:17 “Tomad el yelmo de la salvación” (casco que proteja tu cabeza) y la espada del Espíritu que es la Palabra de Dios. 1º debes aceptar la salvación de Dios. No serás capaza de decirle nada al diablo a menos que le hayas dicho que sí a Cristo. 2º debes usar la Palabra de Dios como tu arma contra satanás.
Jesús nos dio su ejemplo:
• Cada vez que Satanás sugería una tentación, Jesús se oponía citando las escrituras “Escrito está” Hay poder en la Palabra de Dios y satanás le tiene miedo.
• Jesús no discutió con satanás, ni le dijo “no tengo hambre”. Nunca trates de discutir con el diablo. Él discute mejor que tu. No puedes engañar a satanás con la lógica o con tu opinión, pero sí puedes usar el arma que lo hace temblar: la verdad de Dios.
• La memorización de las Escrituras es absolutamente esencial para derrotar la tentación. Al igual que Jesús, tienes la verdad guardad en tu corazón, pronta para ser recordada.
6. Percátate de tu vulnerabilidad. No seas arrogante ni confiado en exceso; esta es la receta para el desastre. No pienses “esto o aquello no me puede pasar a mí” 1ª Corintios 10:12 dice “El que piensa estar firme, mire que no caiga” No te coloques descuidadamente en situaciones tentadoras.
Recuerda que es más fácil huir de la tentación que salir de ella.

DIOS ESTÁ A NUESTRO LADO Y DE NUESTRA PARTE
1ª Cor 10:13 Santiago 1:12 1ª Juan 4:4


LOLA MONEDERO (13 DE MARZO DE 2007 – REUNIÓN DE MUJERES)
Extraído del libro "Vida con Propósito"